Milei, Año Uno: ¿Milagro Económico o Espejismo Social?


El primer año de Javier Milei en el poder ha sido un experimento a cielo abierto. Para los mercados internacionales y los defensores del liberalismo a ultranza, Argentina es el laboratorio de un éxito rotundo: se domó la inflación, se alcanzó el superávit fiscal y el riesgo país se desplomó. Es el relato de la “motosierra” y la “licuadora” funcionando a la perfección.

Pero debajo de esa superficie de orden macroeconómico, hay otra realidad: la de una recesión brutal, salarios pulverizados y una angustia social que crece día a día.

La pregunta clave no es si estas dos caras de la Argentina existen. Son innegables. La verdadera cuestión es: ¿pueden coexistir por mucho tiempo? ¿Es este dolor un sacrificio necesario para un futuro próspero, o es la semilla que hará que todo el modelo colapse?

En Ya lo vas a entender, analizamos los tres pilares inestables sobre los que se construye el proyecto de Milei y por qué, más que un modelo de futuro, parece la crónica de un punto de quiebre anunciado.


1. El Motor del Ajuste: Un Superávit Construido sobre Arena

El gobierno celebra haber alcanzado el superávit fiscal como su mayor proeza. Pero, ¿quién pagó realmente la cuenta? La narrativa oficial prometía que la “motosierra” era para los privilegios de “la casta”, pero los números cuentan otra historia.

La “Motosierra” y la “Licuadora”: ¿Cómo funcionan?

  • Motosierra 🪚: Cortes directos y brutales del gasto. El más visible fue el freno total a la obra pública, que destruyó miles de empleos, y los recortes a las transferencias a provincias y universidades.
  • Licuadora blender: Un mecanismo más sutil pero devastador. Durante los primeros meses, la inflación galopante “licuó” (derritió) el valor real de los gastos en pesos del Estado, principalmente jubilaciones y salarios públicos.

Un análisis del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) es demoledor: cerca del 67% del ajuste recayó sobre trabajadores, pymes y, sobre todo, jubilados. No fue la “casta”, fue la sociedad. Este superávit, por lo tanto, no nace de una economía más sana, sino de una recesión profunda y de una transferencia de ingresos sin precedentes.


2. La Batalla contra la Inflación: ¿Una Victoria Real o un Espejismo?

El segundo gran trofeo del Gobierno es la baja de la inflación. Después del pico del 25,5% en diciembre de 2023, ver cifras de un solo dígito parece un “milagro”. Sin embargo, este milagro tiene una explicación muy terrenal y dolorosa.

La inflación no bajó porque la economía se volvió más productiva. Bajó por dos razones:

  1. Colapso del consumo: La licuadora de salarios y jubilaciones aniquiló el poder de compra. Sin gente que pueda comprar, las empresas no tienen más remedio que dejar de aumentar los precios. En pocas palabras: la demanda se desplomó y arrastró los precios con ella.
  2. Ancla cambiaria: El Gobierno mantuvo el dólar subiendo a un ritmo del 2% mensual, muy por debajo de la inflación. Esto “planchó” los precios a costa de volver a la Argentina carísima en dólares.

Este modelo replica una receta que ya conocemos y que terminó muy mal: la Convertibilidad de los 90. Sostener un dólar artificialmente barato solo es posible con la entrada de capitales especulativos (la famosa “bicicleta financiera”). Es una calma artificial que puede romperse en cualquier momento, desatando una nueva crisis cambiaria e inflacionaria.


3. El Costo Humano: Una Sociedad Fracturada y Bajo Estrés

Aquí es donde el relato oficial choca con la realidad más dura. Mientras el Gobierno celebra ciertos indicadores, la vida cotidiana de millones de argentinos se ha degradado a niveles históricos.

La Guerra de Cifras de la Pobreza

Seguramente escuchaste al Gobierno decir que la pobreza infantil está bajando. Al mismo tiempo, informes de la UCA (Universidad Católica Argentina) marcan un récord histórico de pobreza multidimensional. ¿Quién tiene razón?

La clave está en cómo se mide:

  • Pobreza Monetaria (la que usa el Gobierno): Compara los ingresos con el costo de una canasta básica. Si la inflación baja y se aumenta un poco la AUH, este número puede mejorar, aunque la calidad de vida empeore. Es un analgésico estadístico.
  • Pobreza Multidimensional (la que mide la UCA): Mide el acceso real a derechos básicos: salud, educación, vivienda digna, alimentación. Esta medición muestra la verdadera catástrofe: un récord del 65.5% de pobreza infantil y un 35.5% de los hogares con inseguridad alimentaria, la cifra más alta en 20 años.

No es una reducción de la pobreza, es un vaciamiento de la ciudadanía.

La Demolición de la Clase Media

El ajuste no solo golpeó a los más vulnerables. Fue un ataque directo a la clase media y trabajadora, el motor del mercado interno.

  • Salarios pulverizados: El poder de compra del salario promedio cayó un 9.6% en el primer año.
  • Consumo extinguido: Las ventas minoristas se derrumbaron un 17.2%, la peor caída desde 2016. El consumo de carne está en su nivel más bajo en 30 años.
  • Desempleo en alza: Más de 12,600 empresas (casi todas pymes) cerraron, destruyendo más de 242,800 puestos de trabajo registrados. El desempleo ya es la principal preocupación de los argentinos, por encima de la inflación.

4. Gobernar por Coerción: Represión y “Batalla Cultural”

Un plan económico que genera tanto dolor social no puede sostenerse solo con discursos. Requiere, necesariamente, un giro autoritario.

  • Protocolo Antipiquetes: La protesta social, un derecho constitucional, es redefinida como un delito. Organizaciones como Amnistía Internacional han denunciado un uso excesivo de la fuerza y la criminalización de la disidencia para intimidar y disciplinar.
  • La “Batalla Cultural”: El Gobierno mantiene un estado de confrontación permanente. El enemigo no es solo la “casta política”, sino también el feminismo, la educación pública, la ciencia y los derechos humanos. El objetivo es desmantelar los consensos sociales de la democracia y construir una nueva hegemonía basada en el individualismo radical, donde la solidaridad es una debilidad y el mercado, el único juez.

La represión en la calle es el brazo armado de esta batalla cultural. Su función es silenciar cualquier voz que desafíe este nuevo “sentido común”.


Conclusión: El Riesgo de un Colapso Anunciado

El modelo Milei es una construcción inestable. El éxito macroeconómico que festejan los mercados es la foto de una catástrofe social que es, a la vez, política y económicamente insostenible.

La apuesta del Gobierno es que una futura lluvia de inversiones en minería o energía reemplace al mercado interno que ellos mismos destruyeron. Es una apuesta riesgosa que profundiza la dependencia de Argentina y ofrece poco en términos de empleo y desarrollo real.

La pregunta ya no es si el modelo enfrentará un punto de quiebre, sino cuándo y cómo. ¿Será una crisis financiera, una derrota electoral o una explosión social? Lejos de romper con los ciclos de crisis de la historia argentina, este experimento parece estar acelerando la llegada de un nuevo y doloroso final.

¿Creés que este es el único camino posible para Argentina? ¿Hasta dónde puede aguantar la sociedad este nivel de ajuste? Dejanos tu reflexión en los comentarios. 👇

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